L’Àngel té 55 anys, viu a Palma de Mallorca i la seva professió és cuiner. Aquesta és la seva petita història que ha volgut compartir amb nosaltres:
El día 11 de Agosto de 2015 empecé a sentir un dolor de cabeza continuo que nunca antes había tenido y que aumentó durante cuatro días más. Preocupado, decidí ir a Urgencias al CAP dónde me dijeron que el dolor seguramente venía de las cervicales, por tanto, me dieron para tomar ibuprofenos y me fui a casa. Al cabo de dos días, el dolor seguía y cada vez empezaba a ser más fuerte, recorría desde la parte de atrás de la cabeza hasta las sienes y cuencas de los ojos.
Martes, día 18 de Agosto, decidí ir de Urgencias al Hospital de Son Espases porque mi hija pensaba que había algo más que un simple dolor de cabeza y yo tampoco lo veía normal. A las 17 horas de la tarde me hicieron un TAC. Tenía una hemorragia subdural fronto-parieto-temporal izquierda. Tuvieron que operarme de urgencias porqué sino podría haber perdido el conocimiento. Cuando el médico me dijo lo que tenía, sentí que todo mi mundo se desmontaba, aunque no tenía miedo porque tenía a mi lado a la persona más maravillosa que sabía de qué iba todo lo que me estaba pasando y me calmó.
Me intervinieron a las 22 horas de la noche para sacar toda aquella sangre que estaba comprimiendo y desviando mi cerebro. Lo primero que noté después de la operación fue que había perdido visión, aunque al cabo de los días ingresado la recuperé. La peor parte fue volver a casa. De repente me di cuenta de que no podía acabar la temporada de trabajo y al no poder seguir con mi vida normal me sentía inútil. Solo me calmaba mi familia que siempre estaba a mi lado y mi nieto, Izan, fue mi mejor terapia. Noté dificultades a la hora de llevar a cabo mi vida diaria porque mi cerebro ya no funcionaba como antes. Sin embargo, no deje de intentar buscar mil y una estrategias para compensar lo que me costaba hacer.
A día de hoy, lo que me queda de secuelas, que espero que poco a poco vayan desapareciendo, son un ruido constante en el oído izquierdo y que me cuesta recordar algunas cosas. Mi mente ya no es tan rápida como antes y me cuesta más memorizar cosas nuevas. También me noto más irritable pero creo que poco a poco también irá desapareciendo, a día de hoy he vuelto al trabajo y pienso que será muy positivo para mi estado de ánimo y porque hace que me sienta útil y realizado. Solo me queda cambiar algunos hábitos para poder mejorar y tomarme la vida desde un punto de vista tranquilo.
